jueves, 2 de septiembre de 2010

FUMANDOME EL TIEMPO

Por que le suenan campanas,
al albor de un sentimiento,
si cuando llega el lamento,
solo el silencio es su voz...











Otra noche en blanco que muere despacio.
Un mudo recuerdo, sin rostro, sin voz.
El miedo a la nada se oculta en las sombras,
que vierten al alma la terca obsesión,
de ser el mendigo de un sueño sin dueño,
que grita en la noche su amargo dolor.
Otra noche en blanco velando las horas,
lamiendo el ajado tic tac de un reloj.
Fumandome el tiempo cigarro a cigarro.
Oyendo al silencio gritando sin voz.



AFRICANUS PELIGROSUS



1 comentario:

María dijo...

Adoro tu forma de escribir.
Así que ahora estoy encantada de que vuelvas a llenar estas páginas de sentimientos.
Besos, africano.