sábado, 17 de enero de 2009

En la guardilla





Sobre el roto diván en la guardilla

Junto a las hojas de una seca dalia

Esta el retrato de mi abuela Amalia

Sentada en su salón en una silla


Estantes y un baúl llenos de heridas

Seguros de guardarse sus misterios

Entre libros, legajos y abalorios

Descansan sus maderas carcomidas


Del tragaluz, mirando hacia la calle

Verde álamo se yergue presumido

Las aves eligieron como nido

Las ramas que le salen de su talle


El sol con la ventana tiene cita

Y al aire roba el tono mortecino

Entre sombras se mueve clandestino

Como un ladrón que viene de visita


En el lugar donde el techo se revela

Y se arquea hasta unirse con el suelo

Los sables que blandió mi bisabuelo

Reposan entre paños de franela


Mi mágico rincón de fantasías

De muebles que quedaron apilados

Como trozos de vida inanimados

Testigos de amarguras y alegrías


Viejo lugar, recuerdos que me incitan

A explorar el pasado de mí historia

Quiero dejar mi huella en la memoria

Del polvo inanimado que te habita


3 comentarios:

Sandra Figueroa dijo...

Lindo poema. Pase a leer y me encuntro muy lindos tus poemas. Un beso, cuidate.

Africanus Peligrosus dijo...

Gracias poetiza. Pasare por tu calle a ver tu alma.
Un beso.

Sintagma in Blue dijo...

Porque también somos nuestro pasado.