lunes, 9 de febrero de 2009

Cama de olas


El arco iris hablo con la luna…
“Cuídame con ternura esta gaviota”.
Y la luna llena le enseño a la noche.
A llenar de luceros tu almohada.

Que ya cerró los ojos mi gaviota.
Pues ya viene la noche con su manto.
Y las olas del mar quieren tocarla.
Para mecer su sueño… “pa” besarla.

Reina del arco iris, dama hermosa.
Vela tus sueños un loco africano.
El viento duerme cuando ella reposa.
Por que viento es Marcella cuando pasa.

Duérmete dulce amor, duerme, descansa.
Que este loco espejismo está contigo.
Que jamas dejara de darte el alma.
Que jamas dejara de ser tu amigo.

En su cama de mar, duerme Marcella.
Y la noche es testigo de sus sueños.
Sueños de espuma jugando entre la arena.
Cama de aroma y sal, cama de olas.

5 comentarios:

Terpsicore dijo...

A estas horas eso echo yo de menos, la cama..
:-P

Anónimo dijo...

mmm... otro poeta, wow

(sonreirás, pero la foto que decora el blog me ha recordado un paisaje similar en un lugar, también de África, y que aquí en la Península creemos que están al laíto una de otra cuando en realidad están lejísimos entre sí. Me refiero a Melilla, ya te habrás dado cuenta. Será que es el mismo mar... el mismo maravilloso mar)

Un saludo, unas gracias por tus palabras en mi blog y un encantada de haberte conocido¡

Africanus Peligrosus dijo...

Ese mar es el mediterraneo, y esa foto esta echa desde mi azotea.
Encantao de que me visites, un enorme beso.

Lucía Elisa dijo...

hola africanus peligrosus, estoy firmando en tu blog porque he visto tus comentarios en varios blogs que sigo, espero no te moleste que firme. Me gusto mucho tu blog, las imagenes, las entradas, y especialmente esta que estoy firmando, quisiera tener un lugar como ese cerca mio. te invito a visitar mi blog, si tu me lo permites seguire visitando el tuyo, hazmelo saber.
un cordial abrazo
Elisa

María dijo...

Hace dos noches, bajaba muy despacio desde la montaña hasta el mar, mientras tras cada recodo de la angosta carretera, la luna, caprichosa, plena, intensa... al fin mujer!... atraía lujuriosa, las almas de los solitarios que, como yo, vagaban sin prisa en busca del refugio y descanso merecido...
Ahora, perdida entre la tuya, he recordado esa noche, en que me detuve en la arena mientras mis ojos se dejaban cegar por la magia del momento.
... Como ahora, entre tu magia...
Un beso.
Rosa.