Hoy no vienen las musas a verme,
han dejado de amar la poesía.
Han volado al lugar donde duermen,
esos sueños que traen fantasías.
Y se han ido con ellas la luna,
los amores, el mar, las estrellas,
el misterio que tiene la bruma,
y los duendes que van junto a ella.
Ya no danzan al alba conmigo,
mientras va desgranando el rocío,
tal vez traten de darle castigo,
a mi empeño de ser siempre un río.
Ya no quieren llenar de esperanza,
a quien quiere beber de las letras,
de un poema que al punto que avanza,
va rimando de a cuatro cuartetas.
Hoy no vienen las musas a verme,
han dejado de amar mi poesía
Han volado hasta el mar donde duermen,
el amor, la ilusión, la alegría.
AFRICANUS PELIGROSUS
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